SOY GORDA COMO MI MAMÁ: ¿POR QUÉ TANTA ANSIEDAD?
Sí, qué angustia verse en el espejo cuando se rechaza la idea de estar gorda.
Nada te queda bien, te ves envejecida, viene el desánimo, no consigues ropa que te guste,
tienes que conformarte con lo que te sirve, el arreglo se complica. Solo el hecho de sentir
la ropa más apretada de lo normal puede ser muy angustioso por nuestra condición de aceptación.
Ni hablar en cuanto al aspecto sexual que muchas veces se anula cuando la pareja no es capaz
de aguantar tus rollitos.
Vamos a echar un vistazo a la gordura como parte de un problema emocional. La relación con
mamá importa, porque es allí donde nacen tanto tus hábitos alimenticios, como tu forma de
mirar la vida. La famosa "grasa emocional y corporal" nos puede estar mostrando algunos
síntomas. La sensibilidad podría ser producto de una deficiencia del amor, negaciones,
represiones o un profundo miedo a vivir.
Muchos dicen que la gordura tiene que ver con una gran necesidad de sobreprotección, de
tomar distancia, o que es la necesidad de no ser vista o de no verse a sí misma. Al final,
viene a ser el resultado de una dinámica en la familia que se relaciona con un sobrepeso
familiar, sistémico. Entonces, literalmente, se carga con el peso de la familia. (También
va con el padre, pero en este artículo hablaremos de la madre).
¿Por qué la madre? La madre alimenta, seduce con la comida y nadie alimenta como ella.
Cubre carencias con comida. Aprende que las carencias se cubren con comida: ¿Tengo dolor?
Como. ¿Tengo rabia? Como...
Ella me enseñó que las emociones se suprimen con la comida, yo hago lo mismo que hizo ella.
Pero mas allá de todo esto tan conocido, podemos mirar este problema del sobrepeso como un
síntoma del sistema familiar: ¿Qué puede estar representando cada kilo en las redes
emocionales en la familia?
¿"Alguien se presta" para cargar el peso ¿Y cómo es esto?
En cuanto a la relación con la madre, ella puede haber atravesado por situaciones muy
difíciles de digerir, como por ejemplo, maltratos físicos y emocionales, abuso sexual,
abandono, mudanzas que pueden incluir cambio hasta de país, asuntos que la madre no pudo
manejar. Entonces trasmite su carga emocional a la hija (no es intencional), y la hija, por
amor a la madre, hace un pacto -desde la mayor de las lealtades- y le dice (simbólicamente)
a la madre: "Yo te ayudo a cargar lo tuyo", y así la hija trata de ayudar a la madre. Ello
la mantiene en la ilusión de que puede tomar su lugar. (Así lo explican las constelaciones
familiares).
Todo esto nos llena de angustia, queda una gran cantidad de energía embotellada, de donde
parece que no podemos salir. La persona se siente atrapada, como si se hubiera tragado a su
propia madre. Aunque la ama, no la puede digerir. Vive una vida prestada, se debate entre un
gran amor y tener atorada toda la historia.
Es conveniente que la persona que esté atravesando este problema busque ayuda, ya que al tomar
el lugar de su madre vive una vida de mentira y sólo al tomar su propio espacio de hij@ todo
comienza a fluir. Si no estás en el lugar que te corresponde, te puedes enfermar.
Irene Specht