Dra. en Psicoterapia

Presidenta y Fundadora de Ágape - Programas de Formación para el Desarrollo del Potencial Humano

Dra. h.c. Ciencias Holisticas. Master h.c. Drug & Alcohol Couseling. Dir. Ágape. Caracas. Terapeuta e formadora de Constelaciones Familiares, de Gestalt. Musicoterapéuta. Especialista en Pareja y Familia. Thetahealer. Certificación Internacional en Consejería Terapéutica en Drogodependencia.

MI ESPOSO SE ESTÁ CONVIRTIENDO EN ALCOHÓLICO: ¿QUÉ HAGO?

Cuando una esposa pide ayuda y se hace esta pregunta, es necesario hablar sobre lo que es el alcoholismo y lo que es una adicción, porque hay mucha gente que separa estos conceptos. Es necesario que sepa a qué se enfrenta, qué quiere decir ser adicto. Luego referirme a ella… A manera de reflexión… Porque podemos estar hablando de un codependiente.

Es muy importante definir que el alcohólico es una persona que padece una enfermedad crónica causada por el consumo en exceso de licor, lo cual provoca dependencia física y psíquica. Es una adicción.

La adicción es la sumisión de una persona a un producto o conducta de la cual no puede y no es capaz de librarse. Es el hábito de quienes se dejan dominar por el consumo de sustancias y otras actividades.

En su sentido etimológico, 'adicto' proviene del latín, 'addictus', que denotaba al deudor que, por falta de pago, era entregado como esclavo a su acreedor.

Muchos se refieren a la palabra adicto como quien se queda mudo y no puede expresarse. Pero ésta es una palabra muy antigua, que significa apegarse, y que existía mucho antes de que se hablara de drogadictos, que es una palabra nueva.

Ser alcohólico es ser adicto, porque la adicción es una dependencia o necesidad hacia una sustancia, actividad o relación causada principalmente por la satisfacción que ésta causa a la persona.

El término "adicto" pocos saben que tiene su referente en una figura histórica. Addictus era un personaje de la antigua Roma conocido por su habilidad para gastar rápidamente el dinero que le prestaban sus acreedores. Addictus hacía uso de todos los recursos de los que disponía para disfrutar de los placeres de la vida. No se privaba de nada. Y así las cosas, su capacidad para gastar superaba con creces su habilidad para ahorrar.

La palabra Addictus pasó entonces a usarse para definir el comportamiento de aquellos que sienten una necesidad compulsiva por consumir un bien concreto.

La esposa de un alcohólico, de un adicto que se mantiene en la relación, necesita revisar qué pasa con ella.

Saber si ella también está enferma, porque muchas veces nos encontramos con que se quejan del alcohólico y cuando revisamos cómo es la vida de la pareja, encontramos cómo ella le espera con una buena sopita de pollo con dos aspirinas para calmar su resaca o ratón. También se trata de percatarse de la ganancia que ella obtiene con todo esto.

No es extraño que cuando un alcohólico deja el consumo, es ella entonces la que comienza a beber. O puede, por ejemplo, provocar episodios que inciten una recaída de él o viceversa, y así mantener la dinámica del adicto y el codependiente.

El codependiente es una persona que no es conciente, no aprendió, no sabe, no se ocupa de sus necesidades porque las personas más importantes de su vida no se ocuparon de ella.

Entonces, en vez de ocuparse de sus necesidades, se ocupa de las de la otra persona, bien sea el esposo, la esposa, los hijos, etc. Hace un pacto de dependencia para “satisfacer sus necesidades” a través de las necesidades del otro. Para lograr esto, el codependiente crea una cantidad de estrategias para mantener la dinámica y al mismo tiempo se convence de lo bueno/a y preocupada/o que es.

Las bases emocionales de la enfermedad de codependencia hablan de cómo las heridas emocionales tienen historia. Y de cómo los dolores emocionales dejan lesiones y éstas quedan allí, contenidas en su génesis y actualizándose continuamente en el presente sin que quien las sufre se dé cuenta.

Es necesario establecer que un dependiente emocional es diferente al codependiente, porque en este último está la presencia de sustancias, que en este caso específico es el alcohol.

En la pregunta de la esposa: “¿Qué debo hacer?”, mi sugerencia es que haga un chequeo de cómo es su vida, de cómo está satisfaciendo sus necesidades.

El codependiente presenta algunos de estos síntomas:

- Miedo a ser abandonado y estar solo.

- Dificultad para identificar sus sentimientos.

- Falta de confianza en sí mismo y como proyección, pone en otros su propia desconfianza y así desconfía de los otros, no se hace responsable porque no contacta consigo mismo.

- No reconoce sus límites personales y no sabe decir NO.

- Sufre de ira crónica.

- Su comunicación es pobre.

- Una extrema necesidad de reconocimiento y aprobación.

- Una necesidad obligatoria de controlar a otros. Obsesión.

- Hipertolerancia, que es la capacidad de soportar emociones o situaciones que otras personas no tolerarían, por tiempo prolongado.

Esta persona por lo general posee una tendencia a ser sumisa: da permiso para que abusen de ella. Entrega su dignidad, y deja que su autoestima quede pisoteada. Muchas veces se comporta como un objeto más de la casa, a veces decorativo y otras como un estorbo insoportable y repugnante.

Incontadas veces me he conseguido en las asesorías con alcohólicos, drogadictos, ludópatas, obesos, farmacodependientes, inclusive aquellas personas que son adictas a una relación o trabajo; que se hacen esta misma pregunta en relación a sus parejas, o esposas, muchas veces con la madre, hermanos y otras personas cercanas al adicto: ¿Será que ella/él vive gracias a la adrenalina que le causa las actitudes de un alcohólico? ¿Será porque está sentenciada a sufrir? ¿Será que la esposa de un alcohólico también está enferma?

Para ayudar a un esposo que está desarrollando un alcoholismo, o ya lo tiene, es necesario que la esposa revise algunas características o síntomas de la enfermedad:

· Frecuencia del consumo.

· Siguen bebiendo, aunque se afecte su salud, el trabajo o la familia.

· Si beben solos.

· Vida ingobernable. Se vuelven violentos cuando beben. Y hostiles cuando se les pregunta por la bebida.

· No son capaces de suspender ni reducir el consumo.

· Desarrollan defectos de carácter. Inventan cualquier excusa para beber. Faltan a sus actividades o compromisos o tienen una disminución en su desempeño.

· Malos hábitos. Dejan de formar parte en actividades debido al alcohol y necesitan consumir alcohol la mayoría de los días para lograr pasar el día. Descuidan las horas para comer o no comen bien.

· Hay varios tipos que varían desde los alcohólicos sociales, los de consumo con las comidas a diario, los de un solo día como quien va a la iglesia, los de los fines de semana, por ejemplo.

· Pueden presentar signos de dependencia del alcohol que van desde, por ejemplo: lapsus de memoria (lagunas). Después de beber compulsivamente, tienen necesidad de más y más alcohol para sentirse embriagados, síntoma de abstinencia alcohólica, hasta enfermedades relacionadas con el alcohol, como hepatopatía alcohólica.

Si usted presenta algunos de estos síntomas es hora de buscar ayuda profesional. Para ello existen grupos de apoyo. Es lo mejor que se puede hacer.

Irene Specht